La Contaminación del aire
Esta impresionante lista podría aumentarse mucho si se incluyeran aquellos casos en los que la contaminación del aire aparece como la causa o una de las causas más probables de ciertos problemas: éste parece ser el caso de la duplicación de los números de asma y alergias en Europa desde la década de los 80, o de ciertos tipos de cánceres que puedan ser causados por sustancias como el benceno o las partículas en suspensión... La explicación de esta estrecha relación entre contaminación del aire y salud está en el hecho de que unas trece veces por minuto inhalamos importantes cantidades de aire, lo que permite una estrecha relación entre los contaminantes del aire y los organismos humanos. Tampoco cuesta mucho entender que por el mismo motivo el sistema respiratorio es el más afectado. Por supuesto que éste es un caso claro de problema típicamente urbano.
La contaminación del aire en las grandes ciudades europeas es un problema que ha experimentado un notable cambio desde finales de los 70 o principio de los 80 hasta nuestros días. En aquellas fechas la contaminación era un fenómeno típicamente estacional provocado fundamentalmente por las calderas de calefacción que estaban alimentadas con combustibles muy contaminantes. Muy frecuentemente se empleaban como combustibles carbones de cierta calidad como hullas o antracitas con gran contenido de azufre, se usaban también gasóleos pesados o fuelóleo con contenido de azufre. Los contaminantes más destacados eran el dióxido de azufre, originado en la oxidación del azufre que formaba parte de los combustibles, y las partículas en suspensión con tamaños y composiciones químicas variables que en casi todos los casos contenían sales y óxidos metálicos asociados a hidrocarburos o partículas de carbono inquemados.
El problema se corrigió en gran medida por la desaparición en algunos casos de las empresas más contaminantes de los cascos urbanos y por la imposición de normas que prohibían los combustibles más contaminantes. El fuel desapareció, el nivel de azufre de los gasóleos ha ido siendo progresivamente más bajo y las calderas de carbón siguen reduciendo su número en casi todas las grandes ciudades. Combustibles más limpios como el gas natural han ido ganando cuota sobre todo en los últimos 6 años.
Hoy la contaminación no es fundamentalmente estacional, sino que se mantiene en buena medida durante todo el año cuando las condiciones de dispersión son desfavorables. Su causante: es el tráfico y los contaminantes principales los óxidos de nitrógeno. Hay que resaltar que los óxidos de nitrógeno son unos contaminantes bastante insidiosos porque se forman por catálisis térmica de dos elementos presentes en el aire (Nitrógeno y Oxígeno). Es decir que basta con que se alcancen ciertas temperaturas en la combustión de cualquier sustancia para que se formen.
Durante estos años se ha producido un fenómeno paradigmático. Ha mejorado la eficiencia de los motores, se ha generalizado el uso de los catalizadores (que eliminan buena parte de los contaminantes emitidos) pero los niveles de contaminación no mejoran. El incremento de la movilidad y el subsiguiente aumento del parque automovilístico han devorado los logros de la tecnología. Un dato significativo es que los catalizadores han resultado ser menos eficaces para prevenir la contaminación del aire de lo previsto. Necesitan para funcionar a pleno rendimiento un mínimo de distancia recorrida, algo que no siempre ocurre en los traslados urbanos que con mucha frecuencia son a distancias muy cortas. Es un caso de evidencia de los límites de las soluciones "posibles" de fin de tubería. Y digo posibles porque se descartó la obligatoriedad de los catalizadores trifásicos más eficientes para no encarecer innecesariamente los automóviles. Aunque en nuestro país todavía hay un buen número de automóviles que funcionan sin catalizador y la vigilancia del correcto funcionamiento de los instalados no es precisamente modélico, me encuentro entre los creen que en los próximos años se mantendrá la tendencia y la mejora tecnológica será superada por el incremento de la movilidad. Para solucionar este problema se hacen necesarias medidas estructurales (reducción de la movilidad en vehículos privados fundamentalmente) que nadie parece dispuesto a implantar.
Querría resaltar además un fenómeno curioso. Los niveles crecientes de ozono (O3) en zonas relativamente alejadas de las grandes urbes. Este es un contaminante secundario cuya presencia en la atmósfera depende de cientos de reacciones pero que simplificadamente se puede suponer que se forma por descomposición fotoquímica. Se alcanzan niveles muy altos en dias calurosos y soleados, pero a cierta distancia de los principales focos de contaminación.
Los Residuos Urbanos(RSU)
La excesiva generación de residuos y especialmente de envases se ha convertido en uno de los principales problemas ambientales, invadiendo los vertederos y contaminando el aire, el suelo y el agua. La descripción minuciosa de estos impactos sería muy extensa ya que una de las características de los RSU es la muy diversa composición química de los objetos que los componen entre los que pueden señalarse los materiales formados por compuestos orgánicos similares a los de los seres vivos (restos de comida), pero también compuestos orgánicos con elementos "extraños" a la biosfera (muchos plásticos que contienen compuestos orgánicos clorados) o una multitud de compuestos inorgánicos con abundancia de metales pesados en formas químicas de gran toxicidad o de tremenda influencia sobre los ecosistemas. A título de ejemplo, es de resaltar la persistencia de los plásticos clorados (como el PVC) en los ecosistemas durante decenas y probablemente cientos de años después de ser depositados debido a la incapacidad de la biosfera de descomponerlos químicamente.
Otro ejemplo es la contaminación de acuíferos subterráneos por metales pesados procedentes de los RSU. Finalmente los procesos de combustión incompleta de los RSU son los principales causantes de la aparición en el aire de sustancias tan exóticas y lesivas como las dioxinas o los furanos.
La aparición en el mercado de envases de usar y tirar y su consumo en grandes cantidades han creado en pocos años una situación límite. La globalización de la producción y de la distribución hace que el incremento de envases y de embalajes de transporte sea cada vez mayor, al tiempo que el retorno de los mismos para su reutilización es más difícil cuanto menos locales son las economías. Muy sintomáticamente la tasa de crecimiento de su producción casi triplica la misma tasa del PIB. Vivimos pues en unas sociedades que se dan mucha maña en producir cosas inútiles.
En torno al 50% de estos residuos es materia orgánica, casi un 20% es papel y cartón y existen también plásticos (en proporciones crecientes), vidrio, metales y lo que suele llamarse resto.
Aunque una pequeña parte de estos Residuos Peligrosos de origen doméstico se gestionan de forma separada a través de los Puntos Limpios y los contenedores de recogida de pilas, habría que decir que la gran mayoría se tiran junto con el resto de RU, produciendo graves problemas medioambientales y para la salud de las personas.
Se estima que la generación de Residuos Peligrosos de origen domiciliario está cercana a los 2,5 kg. por habitante y año, lo que daría una cifra total de generación en la Comunidad de Madrid de 13.050 toneladas al año.
Habría que considerar a los Residuos Peligrosos no sólo por su peligrosidad propia, la cual es ya muy importante, sino por la capacidad de contaminar al resto de RU al no hacerse una recogida separada de los mismos, salvo en los Puntos Limpios y contenedores de pilas ya mencionados.
En este marco se publica el 24 de abril de 1997 la Ley de Envases y Residuos de Envases que intenta cambiar el panorama de gestión de los RU, ya que una parte importante de los mismos son envases.
Según se recoge en los objetivos de la Ley de Envases, antes del 30 de junio del año 2001 se tendrán que haber conseguido los siguientes objetivos:
-Se valorizará el 50% como mínimo y el 65% como máximo, en peso, de la totalidad de los residuos de envases generados.
-En el marco del anterior objetivo global, se reciclará el 25% como mínimo, y el 45% como máximo, en peso, de la totalidad de los materiales de envasado que formen parte de todos los residuos de envases generados, con un mínimo de un 15% en peso de cada material envasado.
-Se reducirá, al menos el 10% en peso de la totalidad de los residuos de envases generados.
Para conseguir los objetivos anteriores se plantean dos sistemas de gestión de los residuos de envases: el sistema de retorno (que es puramente anecdótico) y el Sistema Integrado de Gestión (SIG).
Como podemos ver, los objetivos de la ley son muy reducidos planteando incluso una limitación en el objetivo máximo de reciclado de un 45%, lo que supone, de hecho, una limitación para el desarrollo de una industria fuerte del reciclado. Por otro lado, y más grave, resulta la potenciación de otras formas de "valorización" inaceptables como es la incineración de residuos, ya que dentro de la valorización se pone al mismo nivel la incineración de residuos y su reciclado.
También destacaríamos que al plantear una valorización máxima del 65%, que como ya decimos incluye la incineración, y un objetivo de reciclado mínimo del 25%, la ley está permitiendo que se puedan incinerar el 40% de los residuos de envases.
Ya que no se plantean medidas concretas para la potenciación de los sistemas de depósito, devolución y retorno, lo que facilitaría la reutilización de envases, realmente van a ser los SIG los que monopolicen la gestión de envases, haciendo más difícil, si cabe, el uso de envases reutilizables y, por tanto, una disminución importante de la generación de los mismos. Finalmente habría que señalar que los objetivos de reducción no se cumplirán salvo que medie un milagro.
Los Residuos Peligrosos
Aunque la gran mayoría de los residuos peligrosos son generados por las industrias, existe también una cantidad importante entre los residuos sanitarios (citotóxicos, biopeligrosos o químicos) y en la basura doméstica como resultado de los muchos productos tóxicos que utilizamos. Ya hemos hecho algún comentario sobre ellos anteriormente.
Es conocido que un elevado porcentaje de los residuos peligrosos generados en la Comunidad de Madrid tiene una gestión incontrolada, lo que amenaza la protección de los ecosistemas así como la salud pública. La principal responsabilidad recae sobre las empresas que actúan negligentemente al no gestionar correctamente los flujos de residuos peligrosos que generan para permitir el máximo aprovechamiento o su correcto tratamiento y evitar desastres ambientales.
La incineración es una opción de tratamiento que, aunque aparentemente ofrezca la ventaja de reducir el volumen de los residuos, presenta innumerables inconvenientes que justifican que se descarte como sistema. La incineración no elimina la contaminación presente en los residuos, sino que la dispersa y la traslada. Es decir, una parte de las sustancias quedan atrapadas en los sistemas de depuración de gases (filtros de manga, precipitadores electrostáticos, etc.) si es que los tiene, como son las partículas, NOx, SO2 y algunos metales pesados (los metales pesados no se destruyen a ninguna temperatura). Estos filtros después deben ir a un depósito de seguridad pues tienen acumuladas muchas sustancias peligrosas. También es cierto que una parte de la contaminación se escapa en forma de gas a la atmósfera, constituyendo un medio para dispersar metales pesados, dioxinas y furanos, partículas de pequeñísimo diámetro, etc.
Por otro lado, las cenizas que resultan del proceso son también residuos peligrosos que deben ir a un depósito de seguridad. En este sentido, las incineradoras no evitan la necesidad del vertedero, sino que éstos pasan a contener otros residuos más tóxicos que los residuos de partida.
El ruido
Como dato significativo, hay que destacar que más del 50% de las denuncias que en temas medioambientales recibe el Ayuntamiento de Madrid tienen como causa las molestias por ruido.
Parte de la explicación de este fenómeno es la muy baja calidad acústica en los edificios españoles. Aunque las exigencias de aislamiento acústico de la actual Normativa española son de obligado cumplimiento no se cumplen. Según un reciente estudio de la Asociación Española contra la Contaminación por el Ruido (AECOR), el 35% de los proyectos de edificación diseñan mal la prevención de los ruidos, y las deficiencias aumentan al 55% cuando estos proyectos se convierte en obras.
El agua
1. Los cursos altos de los ríos, al pie de la Sierra de Guadarrama, son ocupados por los embalses. Un ejemplo extremo de ocupación lo constituye el río Lozoya, que es el que aporta mayores volúmenes de agua: más del 60% de su longitud está ocupado por embalses.
3. En los cursos bajos el caudal vuelve a incrementarse con la descarga de las aguas residuales del área metropolitana. La calidad del agua es muy baja y el régimen de caudales anormalmente regular (en condiciones naturales, el estiaje y el deshielo provocan oscilaciones mucho mayores). Además, algunos ríos reciben más agua que la que se ha tomado de ellos en las cabeceras; otros menos...
La inversión realizada por la Comunidad en saneamiento y depuración ha sido cuantiosa. Pero tras el triunfalismo de las previsiones iniciales, políticos, gestores y empresas guardan un discreto silencio sobre los resultados obtenidos. Porque, a pesar de todo, las aguas de los ríos madrileños siguen estando sucias.